La serie ‘Como Agua para Chocolate’ (2024), es la nueva adaptación de la célebre obra de Laura Esquivel, producida por HBO. Una versión que busca complacer a los ya conocedores de esta historia y a su vez, cautivar a nuevas generaciones. Un cometido que logra con amplitud en apenas seis episodios.
Se trata de una narrativa dramática ambientada durante la revolución mexicana, cargada de pasión y centrada en esos amores imposibles que parece que la vida simplemente se niega a dejarlos ser.
De amores imposibles, libertad y realismo mágico
Tal cual como en un cuento de Disney, con una suerte de Cenicienta mexicana de protagonista, una que en esta historia desahoga todo lo que lleva por dentro en la cocina y hace que sus platillos queden rebozados de amargura, dolor, pasión, de profundo querer y de todo lo que lleva por dentro, lo que se convierte en el ingrediente principal de sus recetas, y que como por arte de magia, alcanzan a saborear cada uno de sus comensales.
De la misma manera, nosotros como espectadores nos convertimos también en comensales de cada uno de sus episodios, los cuales llevan por título el nombre de una receta alusiva a lo que nos cuentan; desde la dulzura de las Torrejas de Nata, hasta el estropicio del Chorizo Norteño echado a perder con unas gotas de sangre.
Dos frentes de batalla
La historia entrelaza dos luchas paralelas: la gran revolución de México y una rebelión más íntima que está librando Tita ante su madre, los juicios y tradiciones. Una revolución que no se lucha en campo abierto, sino en silencio, al calor de los afectos y las renuncias.
Laura Esquivel en su obra nos deja saber muy bien el contexto de sus personajes, lo cual se agradece nuevamente en el guion de esta serie, figuras con desarrollo que actúan con complejidad y a la vez, dentro de lo más básico de la naturaleza humana.

Un despliegue audiovisual y actoral
Con los característicos toques poéticos e idílicos del realismo mágico latinoamericano, Como Agua para Chocolate ofrece un despliegue audiovisual que cautiva desde el primer episodio. La fotografía destaca por su calidez y composiciones que crean un universo íntimo y evocador, fusionado a la perfección con una cuidada selección musical que complementa la narrativa y logra una armonía entre imagen y sonido que envuelve al espectador en su historia.
En el apartado actoral, Azul Guaita brilla con el ímpetu y sensibilidad de Tita, Irene Azuela encarna a la “villana” perfecta con una presencia imponente, mientras Ana Valeria Becerril interpreta muy bien la complejidad de Rosaura, al igual que Andrea Chaparro destaca como la indómita Gertrudis, y Andrés Baida, que consigue transmitir con acierto las tensiones emocionales y dilemas de Pedro, un personaje marcado por sus propias contradicciones.
Conclusión
En resumen, esta nueva adaptación de Como Agua Para Chocolate respeta el espíritu de la obra original, mientras encuentra su propia identidad para narrarla. Con apenas seis episodios, la serie logra encapsular una historia de amores imposibles, luchas silenciosas y sabores que traspasan la pantalla, acercándose tanto a los fans de siempre como a una nueva generación de espectadores.
En su mezcla de tradición, drama y realismo mágico, esta versión demuestra que algunas historias, por más arraigadas a una cultura o a un tiempo, siguen teniendo la capacidad de hablarnos a todos, en cualquier época.